Friday, October 30, 2009

Cerberus

Difícil el no conocer a este extraño guardián de 3 cabezas cuyo encargo es evitar que las almas de los muertos escapen del dominio de su amo Hades.

Cuando el 2009 empieza a perecer, viene a mi cabeza las similitudes de Cerberus con el poder político y el mundo de los muertos con nuestro país. Sería sumamente pretensioso y benefactor comparar al usurpador de la presidencia con Cerberus, sería darle mucha importancia a sólo una pequeña parte del problema.

Me atrevo a decir que la sociedad mexicana está atrapada en el mundo de los muertos ya que nos encontramos en una de nuestras peores crisis políticas, sociales y económicas.

Política porque tristemente la sociedad mexicana sigue sin participar activamente en la decisiones importantes, sigue con su abstencionismo y voto poco pensado, entregándole la cámara de diputados a los dinosaurios que durante 70 años nos malgobernaron. El poder del voto lo reducen a que si el PAN ha sido un desastre y un ladrón más descarado que los antiguos gobiernos, entonces es correcto votar por el PRI, porque están arrepentidos y ya se les olvidó como hacer fraude, como robar, como reprimir, como matar de hambre al pueblo.

Económica porque al parecer el gobierno calderonista tiene la fórmula mágica para curar resfriados. A contracorriente de lo que países como Estados Unidos, China, Brasil, Alemania y Japón están haciendo para reactivar sus economías, el gabinete económico de Calderón sólo pudo pensar en aumentar impuestos, castigando a los cautivos y dejando intactos los privilegios de las grandes empresas que se han dedicado a “no pagar impuestos”. Soluciones prontistas, ignorantes e inoperantes.

Social porque el hambre de legitimación de Calderón ante una elección dudosa, lo ha llevado a cometer una serie de estrategias erradas y atropellos. Sus llamadas manos limpias están más manchadas de sangre que la de muchos otros presidentes autoritarios, no podrá limpiarlas porque quedarán plasmados en la historia: la lucha inútil contra el narcotráfico, sólo comparable con la del ingenioso hidalgo contra los molinos de viento; la muerte de una indígena por gastritis; los atropellos a los derechos fundamentales del hombre en Oaxaca.

Nos encontramos vagando en el país de los muertos porque no hemos sido capaces de acabar con la inoperante clase política que nos gobierna. No hemos sido capaces de ver los efectos colaterales que nos provoca aceptar una elección fraudulenta, una líder sindical como Elba Esther, un ascenso paso a paso al poder de alguien como Peña Nieto, un monopolio como Telmex, un duopolio televisivo, un ataque a la libertad de expresión y de otras garantías individuales como del que fue víctima Lydia Cacho, el abandono del campo, la liquidación por berrinche presidencial de Luz y Fuerza, los desfalcos y privilegios de las cámaras de representantes. Nos hemos sentado a ver como cada uno de los afectados va librando su lucha por separado, como cada movimiento va perdiendo fuerza por falta de apoyo, preferimos en 2006 un presidente espurio que un fortalecimiento a la democracia con el conteo “voto por voto”. Estamos en el mundo de los muertos porque así lo hemos querido.

Al igual que en la mitología, Cerberus o nuestra clase del poder no son invencibles. No creas que si alguna ley aprobada no golpea directamente a tus propiedades o bolsillo no te afectará de alguna forma; no creas que si existe algún atropello de nuestros gobernantes contra algún grupo en específico, no te llegará a ti en algún momento; no creas que porque tus hijos asisten a escuelas privadas, a ti no te importa que Elba Esther siga destrozando la educación gratuita; no creas que porque no eres campesino el abandono al campo no te concierne; no creas que porque Peña Nieto es lo “in” será un buen gobernante; no creas que si el ejército mató a balazos a un civil por no hacer alto en un retén, eso nunca podría ocurrirte. Piensa en grande, piensa en las repercusiones a largo plazo, piensa en tus hijos, piensa en tus nietos, piensa en la inviabilidad de un país con tres cuartas partes de su población en pobreza.

Estamos a poco menos de 3 años de la elección presidencial del 2012, tendremos que sortear muchos problemas en ese período, lo que no nos podemos permitir es creer que no pasa nada, que no podemos hacer nada, que México son los gobernantes, o peor aún, que este país no tiene remedio.

Por Julio Orozco

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