Saturday, September 02, 2006

EL ENEMIGO


El día de hoy tenemos un país dividido, ante el asombro de propios y extraños, ante el asombro del equipo de campaña de Felipe Calderón, quien tuvo la idea de que el triunfo que ellos proclaman legal, tendería puentes automáticos después del 2 de julio debido al contubernio de algunos políticos y poderes fácticos, a las supuestas ignorancia y falta de combatividad de los mexicanos ante el fraude. Esto solo ha generado un escenario al que no estaban preparados para afrontar los calderonistas, un escenario que su candidato no hubiera imaginado ni en sus sueños más guajiros, sueños que día con día se irán convirtiendo en las peores pesadillas. Estamos ante una sociedad sumamente polarizada y un enorme retroceso en cuanto a transparencia y funcionamiento de las instituciones que el gobierno federal en turno y organizaciones civiles creadas por el Partido Acción Nacional no se cansan de nombrar como intachables, como si la estrategia hitleriana de repetir una mentira tantas veces hasta convertirla en una verdad para algunos, funcionara con nosotros.

Mexicanas y mexicanos, mundo entero: Tenemos en México un movimiento democrático nacido ante la necesidad de purificar o desechar nuestra corrupta forma de gobierno. Y aunque algunos necios y renegados foxistas no lo crean tenemos bien identificados a nuestros enemigos: el enemigo es el fraude, es la pobreza, es la impunidad, son los privilegios de los poderosos a costa del pueblo, es el rezago educativo, son los servicios de salud insuficientes y deficientes, es la desnutrición, el entreguismo; éstos son los principales enemigos que tenemos como izquierda democrática, por mucho que un sector nos quiera mostrar como radicales e inconformes a los que defendemos ideales de igualdad, ¡léanlo con todas sus letras!, nuestros enemigos NO son las personas que votaron por Felipe Calderón, NO son los empresarios, NO son los partidos políticos, NO es el IFE, ni el TRIFE, no es la presidencia de la República Mexicana, ni su verdadera titular Marta Sahagún. Tenemos un objetivo muy claro, empezar a transformar a México en un país con verdaderas instituciones, con una justicia que se administre por igual a ricos y pobres, con igualdad de oportunidades, en una República Federal verdadera, un país que no base su crecimiento o estabilidad económica en el petróleo, ni en las altas remesas de nuestros paisanos que no encontraron oportunidad en su tierra, es tiempo de que nuestro México empiece a crecer por el trabajo duro de los mexicanos (hasta ahora ignorado por muchos, no así por los extranjeros que nos consideran sumamente creativos, productivos y comprometidos), por el trabajo encauzado a la competitividad y la calidad, por una educación de excelencia, por empresas mexicanas exitosas que se preocupen por su patria, por que las condiciones que procure el pueblo con su gobierno sean eficaces para combatir a nuestros enemigos.

Impedir que Felipe Calderón asuma de manera espuria la Presidencia de México es un medio solamente, nunca el fin, es el primer paso a seguir para comenzar con el cambio que nuestro país pide a gritos, es la oportunidad histórica, nuestra nación exige las reformas que beneficien a la mayoría. El señor Calderón, personaje al que los medios de comunicación llamaron “el candidato gris” durante gran parte de su campaña, esa persona que intentaba hacer mítines con los taxistas y asistían menos de 10 personas, esa persona que nunca propuso y gran parte de su campaña la dedicó a atacar a el candidato Andrés Manuel López Obrador recordando la frase de que “es más fácil destruir que construir”, ese candidato Calderón no significa más que una piedrita en el camino de nuestro movimiento, no es más que un títere del sistema, un monigote de los poderes corruptos y al igual que el actual Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Vicente Fox Quesada, UN VERDADERO TRAIDOR A LA DEMOCRACIA.

Parte de nuestro movimiento es la lucha en contra de la ignorancia, esa ignorancia que acoge ideas tan descabelladas y tontas que pueden regalarle millones de votos a un candidato sin presencia ni propuestas, solo con unos cuantos spots televisivos y de radio. No violentaremos nuestra relación con la gente que votó por Calderón, y aunque es un hecho que esto fue muy frecuente antes, durante y después de las campañas políticas es hora de pararle un alto a esta situación. Si perseguimos un objetivo justo defendámoslo con la razón y no con la cerrazón, ya que nuestros malos gobiernos nos han mantenido tantos años sumidos en la ignorancia, somos una presa demasiado fácil para las campañas políticas de desprestigio, de destrucción, de división y de miedo. Pongamos un tatuaje a nuestros pensamientos y recordemos siempre que el cambio democrático que necesitamos lo lograremos si y solo si nos mantenemos unidos como nación, haciendo triunfar la razón, solo hay que invertir tiempo en hacerla florecer. Así como asistimos a los campamentos, marchas y mítines, es la obligación de las personas comprometidas con el movimiento democrático detener el divisionismo entre los mexicanos iniciado por el PAN y dedicar tiempo y esfuerzo a mostrar con argumentos sustentados la finalidad del movimiento democrático a cualquier mexicano, independientemente de su filiación política o partidista. Ciertamente es una salida fácil hacer a un lado a quien no piensa como nosotros, pero eso solo debilita el movimiento, le resta credibilidad y lo fanatiza, tenemos mucho que ganar y poco que perder.

Nos esperan momentos de importantes cambios en nuestro sistema político y democrático, cambios que lograremos por la vía pacífica, cambios que tenemos que buscar con responsabilidad en cada momento de nuestro actuar, cambios que serán difíciles de conseguir porque nuestros enemigos antes mencionados son bastante fuertes y arraigados. ¡Pónganos mucha atención!, no claudicaremos en nuestro fin, no escatimaremos una gota de sudor, lágrimas o dolor en conseguirlo, ustedes artífices del fraude, traidores a la democracia, corruptos, ladrones de cuello blanco y traficantes de influencias, sepan que para nosotros no son más que un obstáculo que tendremos que librar.

Tengamos el corazón hirviendo en la hoguera de los ideales y la cabeza fría, muy pero muy fría, en el témpano de la razón y la justicia.



Julio Orozco Santos Coy

1 comment:

Anonymous said...

Julio,
es un gusto leer lo que escribes. La razon y el corazon sobre todas las cosas.
te recomiendo entres www.larouhcepub.com
ahi encontraras un mundo de ideas maravillosas que hacen eco a tus pensamientos. busca en donde dice spanish y lee los Prometeos, publicaciones hechas por jovenes en Mexico.
saludos
Hugo